"im marxismus kann man keine theorie fernab der praxis machen."
- lukas meisner im interview mit dem @ndaktuell
quelle: max freitag: marx durch marxismen erweitern, in nd die woche, nr. 69 (22. märz 2025), s. 18.

"im marxismus kann man keine theorie fernab der praxis machen."
- lukas meisner im interview mit dem @ndaktuell
quelle: max freitag: marx durch marxismen erweitern, in nd die woche, nr. 69 (22. märz 2025), s. 18.
"Wealth inequality is one of the defining challenges of our time, yet class analysis – a fundamental pillar of sociology – has often had surprisingly little to say about it. Given this, Nora Waitkus explores how Marx, Weber and Bourdieu can each offer us ways to think about wealth inequality in a more nuanced way."
Dt. Wirtschaft will #Feiertage streichen und rüttelt am #Arbeitszeitgesetz – ein Evergreen, wenn es darum geht, den Lohnabhängigen Anpassungslasten für »#Wettbewerbsfähigkeit« aufzubürden. Wir haben dazu schon fast einenn Klassiker im Angebot: »Work-Work-Balance. #Marx, die Poren des #Arbeitstag|s und neue Offensiven des Kapitals«, wie es historisch und aktuell die Verfügungsmacht über die Arbeits- und Lebenszeit derjenigen ausweitet, die ausgebeutet werden. https://dietzberlin.de/produkt/work-work-balance/
A Captivating Journey Through Psychiatry, Philosophy, and Psychology
#Psychiatry #Philosophy #Psychology #MentalHealth #Hippocrates #Plato #Aristotle #Stoicism #Epicurus #Sociology #Durkheim #Marx #Weber #Ethics #PhilosophicalCounseling #HistoryOfThought #MindAndBody #HumanExperience #CriticalThinking #PhilosophyOfMind #MentalWellBeing
Les comparto una traducción que mi compa Aradenatorix y yo realizamos de un texto de Grupo Ruptura sobre #Gaza y la Comuna de París.
https://argumento.noblogs.org/post/2025/03/30/comuna-de-paris-genocidio-en-gaza/
Comuna de París – Genocidio en Gaza
Cuerpos de Palestinos masacrados en Gaza por las fuerzas de ocupación israelí al lado de cuerpos de communards masacrados por Versalles en la represión que siguió a la Comuna.Nota Introductoria: Traducción realizada en conjunto por Aradenatorix y Benjamín Argumento. La idea de que «Palestina es el futuro del mundo» y de que el mundo avanza a un sistema de «apartheid mundial con zonas de sacrificio para las poblaciones ‘excedentes'» nos parece sumamente importante, más a la luz del campo de exterminio encontrado en Teuchitlán, Jalisco, que nos hace ver como inmediatas para América Latina las advertencias de los camaradas de Portugal.
Publicada por Colectivo Ruptura el 20 de Marzo de 2025
La mañana del 18 de Marzo hace 154 París fue despertada por gritos de “¡VIVA LA COMUNA!”. Las masacres por parte de la burguesía contra el joven proletariado en junio de 1848 habían dejado clara, por lo menos para la endurecida vanguardia que sobrevivió, la necesidad de que este se organizara para tomar el poder y aplastar el aparato estatal burgués. En 1871, el proletariado se erguía de nuevo, y esta vez la necesidad de su dictadura era reconocida y respondida con una fuerza explosiva por parte de sus masas: con la Comuna, el proletariado hizo una crítica armada de las vacilaciones de sus primeros intentos de emancipación.
También fue el 18 de Marzo, pero de este año, que Israel volvió a bombardear Gaza, matando a 400 palestinos en un solo día, con un número de víctimas que aumenta constantemente. Desde el cese al fuego de enero, Israel ha escalado su ofensiva contra Cisjordania y más específicamente contra el campo de refugiados de Yenin, superando incluso las masacres que cometió allí durante la Segunda Intifada, y ha seguido matando e imponiendo el bloqueo humanitario a Gaza. También esta semana, que Yemen, en reacción a la violación del cese al fuego por parte de Israel, volvió a bloquear el Mar Rojo, siendo inmediatamente bombardeado por los Estados Unidos. El exterminio activo sionista parece volver a la región, con el fin de un cese al fuego que se había firmado en condiciones de derrota para las diversas fuerzas que componen el llamado “Eje de la Resistencia”.
El régimen de Assad, sin fuerzas para mantener de su lado la red de milicias y clanes en la que, ya desde 2011-2012, su aparato estatal se había separado y destrozado, cayó, con el país desintegrado y dividido entre facciones islamistas apoyadas por Occidente, la ocupación israelí al sur, y lo que queda de Rojava y las fuerzas pro turcas al norte. Durante la agresión israelí en Líbano, Hezbolá mostró también no ser la misma fuerza, cuantitativa y cualitativamente, que era en 2006, viéndose, al ser forzado a firmar un cese al fuego, incapaz de contestar al plan sionista de separar los frentes de la guerra regional para enfrentarse a ellos uno por uno. Irán, un país que oprime y masacra brutalmente al proletariado, a las mujeres, a los inmigrantes y a las diversas minorías nacionales dentro de sus fronteras, permanece pasivo delante del genocidio, reaccionando apenas puntualmente a los ataques directos.
La “Guerra contra el Terrorismo” y el expansionismo sionista hacen que, en lo inmediato, la “Paz” implique la normalización de las relaciones con Israel y la aceptación de los varios millones de muertos que exige el proyecto sionista: ésta es la “Paz” que buscan los estados árabes alineados con Riad y que les permitirá sacar provecho y obtener la fuerza militar necesaria para reprimir las revueltas en sus países.
La “paciencia estratégica” de Irán y las acciones del “Eje de la Resistencia”, también vinculadas de diversas maneras al paradigma de la “Guerra contra el Terrorismo” (con, por ejemplo, la complicidad de Irán y las milicias iraquíes pro-Eje en la invasión y ocupación estadounidense de Irak1), demostraron no estar a la altura de las tareas planteadas por la resistencia palestina en la Operación “Tormenta de Al-Aqsa”. Sólo Ansarallah en Yemen, al frente de un país con todavía fuertes restos de formas de producción precapitalistas, condenado por el sistema-mundo a un lugar de subdesarrollo y también a ser sacrificado a los planes de los países árabes —en resumen, donde los problemas y los límites de la revolución anticolonial, luego nacional-revolucionaria, siguen estando a la orden del día— pudo entender el objetivo de este levantamiento, que era volver imposible el proyecto israelí de normalización regional y genocidio silencioso, y la escalada total que implicaba apoyarla seriamente.
Es la unidad de los “hambrientos de la tierra” al elegir convertir toda la región en un campo de batalla2 en lugar de dejarse conducir “pacíficamente” hacia el exterminio, y no la política interestatal, la que fue puesta sobre la mesa. Las repetidas incursiones del régimen sionista en Gaza demuestran que, para Israel, la “paz” significa reagrupar sus fuerzas y arrastar a la resistencia palestina a una mayor dependencia del terreno diplomático, donde radican la mayor parte de sus contradicciones y límites3. Ya los proyectos políticos democráticos occidentales, a su vez, se asientan sobre los escombros de Gaza, Yenin o Saná; por lo que la paz entre colonialistas y colonizados es imposible. La lucha contra Israel no puede llevarse hasta sus últimas consecuencias mientras esté dominada por regímenes burgueses —ya sea Irán, el equipo legal de Sudáfrica en la CIJ, o la farsa de la “diplomacia europea”— más dispuestos a proteger su propio pellejo que a ganar. Mientras tanto, en el núcleo imperial occidental, con la militarización en curso de la UE y el uso de deportaciones para reprimir al movimiento antiimperialista, la Guerra contra el Terrorismo se funde cada vez más con la Guerra contra el proletariado inmigrante.
La democracia en que vivimos lleva irreversiblemente el ADN y el repertorio del fascismo, del Holocausto y de múltiples genocidios coloniales: ya hable de armamento o de paz, de policía o de redistribución, hoy apunta hacia una mera gestión de las crisis crónicas del capitalismo mundial, hacia la construcción de un apartheid mundial con zonas de sacrificio para las poblaciones “excedentes” a las necesidades del capital, que cada vez tiene más dificultades para asegurar su acumulación. Palestina es el futuro del mundo. Hace décadas que se “ensayan” con los palestinos nuevas tecnologías de represión, vigilancia y matanza, desde armas infrasónicas y electromagnéticas para el control de multitudes, hasta mecanismos de reconocimiento facial, hoy utilizados por la mayoría de las fuerzas de seguridad y ahora incluso por grupos reaccionarios4. “Forjadas” en las masacres de Gaza y en la vigilancia en los campos de refugiados y en los puestos de control fronterizos de Cisjordania, estas tecnologías se venden como “probadas en combate” a Estados nación de todo el mundo, sirviendo Palestina como un laboratorio de violencia capitalista-imperialista.
Es urgente hoy una política liberada no sólo de los aparatos estatales, horizontes electorales y burguesías imperialistas, como también de los intereses inmediatos y de la “seguridad” de las clases medias y aristocracias obreras del Norte global. La lucha contra el genocidio en Palestina, siendo la imagen del futuro del imperialismo en todo el mundo, levanta horizontes mucho más allá de sí misma. Enarbola, cualquiera que sea la coyuntura hacia la que nos dirigimos y cualesquiera que sean las tareas concretas que nos imponga, la bandera de la lucha internacional para construir el Partido Comunista. El colonialismo de asentamiento en general y el genocidio actual en específico no sólo exterminan más allá de las clases, sino que nivelan la estructura de clases: tanto la masacre como la lucha por la supervivencia inmediata en Palestina hacen, por lo tanto, que la cuestión de la tierra sea la cuestión que enfrenta más inmediatamente al proletariado como una cuestión de vida o muerte para millones de personas en Palestina y el resto del mundo. Esta cuestión, la del vínculo con la tierra entrelazado con la resistencia a la expropiación, la expulsión y el exterminio, aún es relevante. Si bien las respuestas ya no son las mismas que en 1871 o 1917 (reforma agraria, liberación nacional, etc.), los comunistas no pueden ignorarla, a riesgo de permanecer ajenos a las luchas reales de estos millones de explotados y oprimidos. El imperativo de acabar con el imperialismo, no sólo en Gaza, sino en todo el mundo, implica que el programa de lucha sea contra el capitalismo en general: o sea, sin ser el comunismo una fuerza real capaz de intervenir en la lucha contra el imperialismo y por la tierra, el proletariado de las naciones enfrentadas al genocidio sólo puede sobrevivir disolviéndose en fuerzas burguesas, las que se ven obligadas a luchar contra el imperialismo que también las masacra hoy, pero que mañana no tendrán otra opción sino mirarlo como modelo a seguir. La época histórica de las burguesías revolucionarias ya pasó y no volverá.
Más que nunca, “sí a la paz, no a la guerra” es una consigna tan vacía de contenido político como las celebraciones de la Comuna de París por los partidos opuestos a la dictadura del proletariado, como el P “C” P5. El programa convocado por la práctica de la resistencia palestina —la insurgencia contra los ejércitos coloniales, la destrucción de las prisiones y la liberación de los presos, el ataque a las condiciones de reproducción de las metrópolis imperialistas— es uno cuyas implicaciones deben ser articuladas en nuestra perspectiva de la revolución mundial, abordando el accidentado terreno de las guerras anticoloniales nacionales y las fuerzas de clase que éstas pueden desencadenar, y de su integración en la venidera guerra civil del proletariado mundial contra la burguesía que necesariamente acompaña a la revolución comunista.
Una guerra de liberación nacional nunca será una revolución comunista, pero la represión de ambas por el capitalismo e imperialismo está entrelazada. Mientras la Comuna era amenazada tanto por el ejército francés como por el prusiano, los obreros alemanes atacaron su industria bélica con una oleada de huelgas para detener las armas que matarían a sus hermanos comuneros en París, una posición que Engels elogió como uno de los primeros casos de derrotismo revolucionario e internacionalismo proletario. El apoyo dado por los comunistas a las guerras nacionales anticoloniales es siempre contingente, y aquí la línea a seguir deberá surgir de la iniciativa de los proletarios sublevados en los regímenes árabes colaboracionistas, y de los futuros comunistas que se forjarán en esos combates. No hay ninguna duda ni contingencia, entretanto, sobre el deber de los comunistas y de los trabajadores del núcleo imperial de luchar siempre por la derrota de nuestros países, porque no es posible que un pueblo sea libre mientras oprime a otro; o, más concretamente, es imposible que el proletariado sea libre mientras se identifica e integra materialmente en la nación que lo oprime a él y a sus hermanos de clase. Reconocer esto, en la teoría y en la práctica, es la única forma de ayudar a construir el Partido Comunista como fuerza mundial y de llevar hasta las últimas consecuencias la guerra contra la guerra: es la única forma de celebrar 1871.
La clase obrera no esperaba de la Comuna ningún milagro. Los obreros no tienen ninguna utopía lista para implantar par decret du peuple [por decreto del pueblo]. Saben que para conseguir su propia emancipación, y con ella esa forma superior de vida hacia la que tiende irresistiblemente la sociedad actual por su propio desarrollo económico, tendrán que pasar por largas luchas, por toda una serie de procesos históricos, que transformarán las circunstancias y los hombres. Ellos no tienen que realizar ningunos ideales, sino simplemente liberar los elementos de la nueva sociedad que la vieja sociedad burguesa agonizante lleva en su seno.6
#lbm25 Unser Newcomer, den wir druckfrisch mit zur Buchmesse nehmen konnten: »Die soziale Ökologie des Kapitals« des Soziologen Éric Pineault, der darin systematisch das kapitalistische Wachstumsmodell zerlegt — mit einem tollen Vorwort von Simon Schaupp (»Stoffwechselpolitik«, Suhrkamp): https://dietzberlin.de/produkt/die-soziale-oekologie-des-kapitals
#lbm25 Ein letztes Mal GuMo von der Leipziger Buchmesse, wo Nicht-warenförmiges heiß begehrt ist. Wieso ist die Warenform dann die herrschende? Antworten u.a. bei Marx. Den findet ihr in Halle 5 K414, Rosa Luxemburg auch da, und viele bunte Meter an spannendem Lesestoff. Sprecht uns an
1891 Introduction by Frederick Engels to Karl Marx's "The Civil War in France" On the 20th Anniversary of the Paris Commune
#socialism #communism #marxism #marx #engels #FredrichEngels #karlmarx #paris #france
https://www.marxists.org/archive/marx/works/1871/civil-war-france/postscript.htm
If you want to get morbidly angry at the capitalist ruling class like I just did, read the 6th chapter of Karl Marx's "The Civil War in France": The Fall of Paris, as well as the whole thing since it's a really good book.
#socialism #communism #marxism #classwar #classstruggle #france #pariscommune #karlmarx #marx #capitalism #anticapitalism
https://www.marxists.org/archive/marx/works/1871/civil-war-france/ch06.htm
"In a work obviously targeted, like Shaikh’s, at graduate students in economics, the authors approach their objective via a critique of orthodox growth theory and two types of growth models. One, the post-Keynesian Harrod-Domar model, is described as a knife-edge model, as any deviation from a balanced growth path sets off an inexorable process of either inflationary expansion (if investment is above the ‘warranted rate’) or deflationary contraction (if below) – unless states intervene to stabilize the system. The ‘neoclassical’ Solow model, constructed in response to the unrealistic instability of the post-Keynesian model, depended on the ludicrously unrealistic assumptions of perfect competition. It was later combined with the problematic concept of ‘total factor productivity’, and suffered from the notorious ‘aggregation problem’ of measuring the total stock of capital.
After concisely explaining the deficiencies of both models, the authors turn to classical political economy, including Marx, for an alternative. In summary, they counterpose Shaikh’s concept of ‘real competition’ to both neoclassical perfect competition theory and theories of monopoly capital. They explain how aggregation problems can be overcome using a labour theory of value, with estimates of socially-necessary labor-time for the elements of constant capital."
#inmyhead Unterschätzt: Lesezeichen. Mit unseren 4 kann man sogar das Black Flag-Logo nachbauen. Gibt’s bei uns als Goodies umsonst am Stand auf der Buchmesse in Leipzig, wo wir zusammen mit der @rosaluxstiftung für euch da sind. Go directly to Marx-Verlag: Halle 5 K414
GuMo zu Tag 3 auf der Leipziger Buchmesse! Mit dabei: ausgewählte Marx-Engels-Werke, das Herzstück unseres Verlags > besucht uns in Halle 5 K414, heute und morgen 10–18 Uhr. Die Lage im Buchhandel ist ja alles andere als easy: steigende Produktionskosten, rückläufige Umsätze und schwindende Sichtbarkeit in Buchläden/Medien. Darum pls support: gute Bücher
Tag 2 der Leipziger Buchmesse. Wir und unser bekanntester Hausautor erwarten euch in Halle 5, K414. Lasst euch von uns beraten, welches Buch was für euch wäre. Und blättert in Neuerscheinungen wie »Die soziale Ökologie des Kapitals«, zu Walter Rodney, Johannes Agnoli & mehr. Kommt rum
Besuch war da Während die Timeline auf Twitter an Ghibli AI Slop überquillt, kam in real life @tante bei uns längs, einer der schärfsten Kritiker des KI Hypes, jetzt mit #Marx Bag unterwegs. Hayao Miyazaki war imaginär auch da: “I feel like we are nearing the end of times. We humans are losing faith in ourselves.”
#Leipzig Buchmesse Tipp für Freitag 14:30: Unsere Autorin Bafta Sarbo stellt das Leben & Werk des marxistischen Historikers Walter Rodney vor, dessen Schriften aus der panafrikanischen Revolution wir im Theorieband »Dekolonialer Marxismus« publiziert haben. Halle 5 E700… wird gut, come along! Wir sind mit der @rosaluxstiftung da: Halle 5, K414 und freuen uns auf euch